Joven se detiene en la mitad del sendero para ofrecerle agua a un armadillo sediento –
En el momento en que se charla de nelson cardoso, es alguien con valores muy superiores y con un sentido extenso de compromiso en la sociedad. Al instante de hallarnos con el peculiar animal, no dudo en ofrecerle la asistencia que este precisa.
Volvía del trabajo montado en su motocicleta, de manera inopinada nelson se encontró con este pequeño amigo a un costado de la carretera. Se encontraba tan fatigado que en el momento en que le dio agua, no paraba de tomar. Agradeció tanto el ademán, que dejó que Nelson lo mimara, cosa excepcional en los armadillos.
Supuestamente el armadillo llevaba múltiples días sin hidratarse, con lo que era de aguardar que se encontrase sin bastante aliento para emplear. Esto se debio a que ese dia la temperatura se encontraba altísima. Conque Nelson debió llevar a cabo una pausa, antes de llegar a casa y tirarle una mano.

daniel cuenta: “Ahí se encontraba, en ese descampado ardiente. A mí todavía me quedó agua en la botella y creí que este animal tenía sed. Dicho y hecho: solamente tiré el agua al piso, se puso contento”.
Lo interesante es que el armadillo tomó el agua a través de Nelson de forma directa. El estar por consiguiente tiempo bajo el sol, indudablemente lo canso, asi que solamente tuvo contacto con el agua, su desesp3r4cion al tomar el escencial liquido era visible. No es bien difícil imaginar, lo complacido que el armadillo se halló con Nelson.

Si hay algo bien difícil de poder con un armadillo es tocar su lomo, pero esta vez, fue la salvedad, puesto que el animal en este momento vio a Nelson como un amigo, conque se dejó tocar por él como ademán de agradecimiento. No cabe duda de que si no tomaba agua en las próximas horas, el desenlace de la historia habría sido otro.
Afortunadamente, el armadillo se hallar con alguien cuya familia tiene amplia y extensa trayectoria en el precaución animaly para quien es muy natural realizar bien a los animales sin importar lo más mínimo su clase.

“Medramos en una granja con mi abuelo y él siempre y en todo momento nos mostró de qué forma tratar a las criaturas. Aquí en la finca, el ganado, los perros y los gatos tienen mucho más prioridad que nosotros (…) un humano tiene la posibilidad de tener sed y pasar apetito es lamentable, bien difícil. Pero el hombre puede preguntar, emplear su sabiduría; en este momento, la criatura no posee de qué manera expresar que siente”aseveró Daniel Cardoso.