Mujer transforma cascarillas de verduras en crayones seguros para pequeños libres de plomo –
naoko kimura es la cabeza autora de este emprendimiento de opción alternativa sostenible y en colaboración con la compañía de Japón Mizuiro Inc, muestra de manera comercial unos lapiceros de crayones que no representan ningún riesgo para la integridad de los pequeños y además de esto son hechos con material orgánico.
Bajo el nombre de Oyasai Crayons, estas herramientas particulares para la didáctica son construídas con elementos naturales como aceite y cera de arroz. Además de esto se usan cascarillas de verduras y las hojas exteriores de exactamente las mismas, lo que deja usar mejor este deseo natural.


Si bien la variación en el pigmento logrado del crayón alcance ámbas centenas, solo diez tienen el tono de frutas y verduras como la manzana, la patata morada, el ñame japonés, la cebolla verde, la bardana, el maíz y de este modo por el estilo.
“En el momento en que los pequeños se atraen por algo, la primera cosa que hacen es olerlo. Como se mentó previamente, los crayones de vegetales poseen vegetales reales, con lo que ciertos colores huelen un tanto a los vegetales de los que están hechos. No se ha añadido fragancia agregada, naturalmente, conque lo que olerás son exactamente las mismas verduras”. Apunta la autora del emprendimiento.

“Los crayones de verduras están hechos con verduras, frutas y legumbres reales. Por servirnos de un ejemplo, el color Cabbage utiliza hojas de repollo ajenas, de forma frecuente desechadas o dejadas en el suelo como abono hasta la actualidad, al paso que nuestros crayones de Apple utilizan las pieles producidas al crear chips de manzana desecados. En los dos casos, las partes recogidas para nosotros por los labradores renacen como elementos de crayones.” Señalá naoko.

Los crayones cumplen con la regla JIS, que inspeccionan la resistencia a los lapiceros. Además de esto están libres de elementos peligrosos como el plomo contaminante, a la inversa que los lapiceros, crayones y demás materiales institucionales habituales.



Su utilización muestra una mayor garantía para los cuidadores de infantes, en tanto que por práctica los mucho más pequeños siempre y en todo momento tienden a llevarse a la boca. Y a pesar de que los lapiceros de Crayones Oyasai no son para comer, son una alternativa mucho más segura para los mucho más pequeños.

