Asilo cambia varias terapias por huerto que hace contentos a los señores mayores –

En Brasil un grupo de expertos que se atraen por el precaución de los mayores, coinciden que el efectuar ocupaciones al aire libre, puede acrecentar las ganas de vivir de la gente de la tercera edad.


La actividad que mejor se desempeña en este especial, es la de cultivar, en tanto que plantar y cosechar alimentos resulta muy gratificante y entretenido. Los desenlaces del ensayo han lanzado que los ancianos que efectúan esta acción son mucho más libres en el momento de recibir asistencia.

A lo largo de la cuarentena varios ancianos perdieron la alegría y se enfrascaron profundas crisis existenciales. Esta situación puede ser un caldo de cultivo para desarrollar afectaciones similares con la edad pero de manera aumentada. Estos afectamientos de salud se mitigan en el momento en que se participa activamente en tareas de beneficio colectivo.

En un asilo de Río Claro en Brasil se invertirá en un cultivo a fin de que los ancianos que viven allí generaran sus alimentos. Al comienzo esta idea respondió al llamado de las autoridades de São Paulo a fin de que el centro para abuelos redujese un tanto los costos de desempeño.

Pero de manera indirecta se llegó a la conclusión de que esta situación, mejoraba la contestación cognitiva de los mayores, tal como asimismo incentivaba a la actividad física moderada que es muy precisa en la gente de esa edad.

Cada día que pasaba, era una ocasión de ver como medraban las plantas que se sembraban y ver como de manera natural y sin aditivos químicos, el ahínco colectivo era retribuido. Las relaciones entre personas en el asilo mejoraron claramente y la sensación de confort se incrementó en el núcleo de sexagenarios.

Los señores mayores del centro ven esta actividad como algo recreativo, todo se lleva a cabo de una manera natural y sin esas cargas superfluas de recordarles que están en un asilo. Las sonrisas a lo largo del tiempo en el huerto son muy regulares.

En el centro antes citado no idearon algo nuevo, puesto que este género de tratamientos populares como hortoterapia fueron probados en otras geografías con desenlaces afines. Cabe decir que con los artículos cosechados, se están prestando asistencia otros centros geriátricos del país. Los que abonan por los artículos cosechados contribuyen al avance de centros de afín función.

No todo es trabajo en el centro para ancianos: “Hemos recurrido a los pícnics para sostener a la gente mayores en contacto entre sí y con la naturaleza, de una forma fácil y animada, con música y mucha comida exquisita”, afirma la institución en resumen su tarea frente a los medios. En el momento en que las cosas se hacen de corazón, el bien colectivo está garantizado.